Home office, ¿cómo sacarle provecho?
Si bien compañías a nivel mundial ya habían adoptado el home office como modalidad de trabajo preferida mucho antes de la pandemia por el Covid- 19, el 2020 llevó a muchas empresas a tener que adaptar sus procesos con el trabajo a distancia, y los beneficios de hacerlo multiplican los resultados para la empresa y para los colaboradores que conforman el equipo.
Desde CEOs y gerentes hasta supervisores han tenido que saber adaptarse a la modalidad del teletrabajo, práctica que ha dejado en evidencia cuán efectiva puede ser.
Una encuesta publicada por la BBC concluye que, solo en Estados Unidos, el 59% de los que están trabajando desde casa quieren continuar haciéndolo más allá del confinamiento. El mismo medio sostiene que empresas internacionales como Twitter y Barclays ya han adelantado que los amplios espacios de oficinas tal vez sean “cosa del pasado”: ambas empresas han dado señales de que sus empleados ya no tendrían que trasladarse hasta una oficina a diario, entre otras medidas.
Si bien el teletrabajo o home office es un término que aún intimida a varios, ha demostrado su efectividad. ¿Cómo podemos sacarle provecho?
Lo más importante es contar con una planificación, al igual que si fuéramos a la oficina. Establecer cuestiones como ¿qué tengo que terminar hoy? ¿Qué es importante esta semana? ¿Qué tiene prioridad?. Una vez que tengamos esto claro, solo es ponerlo en práctica. Un consejo para que sea efectivo el proceso es la organización, no solo de ideas sino también del espacio físico en el que vamos a trabajar.
El orden es clave. Tener nuestro escritorio/mesa ordenados, así como el lugar donde estemos, nos ayudará a tener más claridad al momento de pensar y efectuar las distintas tareas. Muchos expertos en psicología han sostenido, también, la importancia de vestirnos como si fuéramos a la oficina. Esto nos ayuda a no perder de vista el objetivo.
Es importante no olvidar descansar, relajarnos entre trabajo y trabajo. Esto generará que estemos más “frescos” y con ideas claras, además de contribuir a nuestro estado anímico.
Un desafío común que se presenta en muchos casos es la desmotivación. ¿Por qué? El poco contacto con nuestro equipo y la falta de interacción puede bloquearnos. Una buena práctica es organizar reuniones presenciales, sea una vez por semana o cada quince días. Está demostrado que un entorno de trabajo agradable mejora nuestro desempeño, por lo que todo esto tendrá impacto positivo en nuestro flujo de ventas.
No hay ingrediente secreto. Es cuestión de adaptarse y confiar en nuestro equipo, darles el valor y la motivación necesarias para que todos podamos sacarle provecho a esta práctica que, según sostienen muchos, llegó para quedarse.